Escasez de talento humano. ¿Cómo retenerlo?
2 de March de 2022Feedback asertivo y efectivo
28 de April de 2022Los retos que impuso la pandemia y la evolución que hemos vivido, retan a los directores o gestores de equipos a desarrollar sus habilidades de liderazgo, que en los últimos dos años se ha centrado en la adaptabilidad y flexibilidad que los cambios han ocasionado en las empresas.
Enfrentamos un cambio repentino tras el COVID, las metodologías de trabajo, la transformación digital, la implementación de nuevas herramientas tecnológicas y los negocios centrados en el usuario, son algunos factores que han influido en una exigencia mayor para los líderes.
Muchos temas han surgido en torno a estos cambios, pero también existe una paradoja entre lo que estamos viviendo. Por un lado, el mundo laboral exige agilidad, que los colaboradores cuenten con más habilidades para desempeñar su trabajo, que permanezcan actualizados. Los clientes exigen inmediatez, la tecnología nos ha acostumbrado a obtener información o lograr procesos con rapidez. La comunicación también se ha acelerado, la tenemos en nuestras manos 24/7.
Pero, por otro lado, también estos cambios nos demandan centrarnos en las personas, en su salud física y mental. El colaborador tiene que encontrar un equilibrio para poder rendir en sus trabajos.
Y es en este punto en el que el líder de la organización y de equipos, tiene un rol sumamente importante, ya que es el mediador entre el trabajo y los colaboradores para que los resultados sean óptimos para ellos y la empresa.
Pero ser líder implica poner en práctica ciertas habilidades que deben desarrollarse y convertirse realmente en un guía para los colaboradores. Si bien es cierto, las personas que desempeñan posiciones directivas en una organización cuentan con la formación académica y la experiencia laboral necesarias, es posible que no posean las habilidades de liderazgo para dirigir el negocio, guiar a los colaboradores y llevarlos a tener éxito.
La formación en habilidades de liderazgo no sólo es una tendencia, es una necesidad ante el entorno en el que vivimos y beneficia no sólo a los colaboradores, sino a toda la organización, ya que se trabaja en conjunto para alcanzar los objetivos propuestos.
¿De qué nos sirve la tecnología si no podemos utilizarla adecuadamente? ¿De qué nos sirve tener los conocimientos teóricos y técnicos si no tenemos la capacidad de orientar a nuestro equipo de trabajo? Por tanto, ¿Cuáles son las habilidades principales que un líder en el 2022 debe desarrollar sí o sí?
Resiliencia, la aceptación al cambio. Esta habilidad permite enfrentar los cambios internos y externos y mantener las operaciones del negocio a lo largo del tiempo. Ser resiliente no es fácil y para ello un líder debe autoconocerse, tener bien claro cuáles son sus fortalezas para poseer seguridad y confianza de sí mismo. Se necesita de automotivación para así poder motivar al resto del equipo y que juntos, puedan afrontar los riesgos con la actitud y herramientas adecuadas para cumplir los objetivos.
Inteligencia emocional. Para desarrollar esta habilidad, se debe comenzar practicando la gratitud. Una persona agradecida, se sentirá con optimismo e irradiará a las demás personas alegría y seguridad. También es importante la empatía, ponerse en el lugar del otro y ser comprensivo. Por otro lado, es esencial que un líder reconozca cuáles son sus detonantes y así poder anticiparse a una reacción asertiva. Para poder controlar nuestras emociones debemos escuchar y aceptar las críticas, aprender de los errores y dedicar tiempo a la reflexión.
Trabajo en equipo. Es una habilidad que no debe faltar practicarla. Como mencionábamos, en este mundo tan acelerado y que exige inmediatez, aprender a trabajar y apoyarnos en otros, nos facilitará cumplir con los objetivos con efectividad y rapidez. Para ello debemos ser capaces de escuchar a los demás, aprender a solucionar conflictos, a delegar y distribuir tareas y confiar en nuestros compañeros.
Asertividad: Es la habilidad de expresar nuestros deseos de una manera amable, franca, abierta, directa y adecuada, logrando decir lo que queremos sin atentar contra los demás. Comunicándonos con asertividad, evitaremos conflictos, malentendidos, retrasos en los procesos y problemas que pueden ocasionar un impacto negativo a la empresa.
Adaptabilidad: En una era en la que trabajamos bajo metodologías ágiles, de prueba y error, tener la capacidad de modificar nuestro comportamiento y adaptarnos a diferentes situaciones y personas de forma rápida y adecuada, nos permite desarrollar una ventaja competitiva para reaccionar bien y rápido al solucionar problemas.
Si eres líder o deseas convertirte en uno, ten en cuenta estas habilidades y busca aprender y poner en práctica cómo desarrollarlas.
Un líder debe saber dominarse a sí mismo, conocer sus capacidades y limitantes y como hacer un uso adecuado de ambas. A través de este conocimiento interior es que se logra ser un líder eficaz, para que sus colaboradores sientan confianza y esperanza.