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25 de noviembre de 2022Recientemente se ha puesto en tendencia el término “Renuncia silenciosa” y es que se refiere a que los colaboradores buscan un equilibrio entre la vida laboral y personal, sin hacer más de lo que les pagan por hacer.
El hashtag #QuietQuitting ha acumulado ya más de 17 millones de visitas en TikTok. Artículos de prensa de todo el mundo han utilizado el término y el ruido se ha extendido a Twitter, LinkedIn y otras redes sociales. (weforum.org).
En este artículo queremos exponer dos formar diferentes de verlo y qué podemos hacer como empresas para evitar una renuncia silenciosa.
Por un lado, el concepto que nos sugiere “renuncia silenciosa” es cuando una persona decide no renunciar, pero se limita a realizar sus tareas sin ningún compromiso ni motivación, despreocupándose de dar lo mejor de sí. Esta actitud del colaborador se vuelve perjudicial para la empresa porque no obtiene un desempeño óptimo.
Es comprensible que los colaboradores busquen un balance en su vida y que comiencen a poner límites en el trabajo, sin llegar a mostrar una actitud pesimista. Diferente es cuando el colaborador saber organizarse para cumplir con las tareas en tiempo y de forma eficiente, apegándose al horario laboral que le corresponde y dejar tiempo para el disfrute personal, que no tiene nada de malo.
Las personas que ponen límites se enfocan en evitar el sobretrabajo y padecer el síndrome del burnout, sin dejar de ser productivo y comprometido. Para cualquiera de las dos situaciones mencionadas, es importante detectar el comportamiento de los colaboradores y evitar que se produzcan comportamientos negativos.
Posiblemente se trate de un tema generacional. Podemos observar que los milennials y centennials, tienen comportamientos muy diferentes a las generaciones anteriores respecto al trabajo. Se preocupan más por temas como salud, seguridad y finanzas. Sin embargo, son una fuerza laboral significativa y quienes están al frente de las empresas y apoyando a su crecimiento. Por lo que la misión de trabajar en una cultura organizacional sigue siendo esencial.
Según una encuesta de McKinsey, cada vez hay más personas que abandonan sus trabajos de 9 a 5 para crear sus propias empresas o probar trabajos no tradicionales, como los temporales o los de media jornada. También muestra que algunos renuncian para tomarse un descanso o cuidar de la familia, ya que el trabajo a distancia ha eliminado los límites para trabajar o vivir en el extranjero.
¿Qué está sucediendo con las empresas? ¿Qué deberían estar haciendo?
Las empresas, sin importar su tamaño, tienen el reto de mantenerse actualizados constantemente con los cambios que van surgiendo en el mundo laboral. Nuevas tendencias, nuevas demandas de parte de los colaboradores, pero no por eso tenemos que verlos como enemigos, sino como un desafío a buscar la ruta adecuada para fortalecer la gestión de talento humano.
Hay que promover un ambiente positivo ya sea si se gestiona el trabajo de forma presencial o virtual. Implementar métodos de trabajo que fomenten la productividad y que la jornada laboral no deba extenderse. Los centennials valoran mucho la flexibilidad y el trabajo significativo.
Incentivar el cuidado personal. Facilitarles a los colaboradores herramientas y espacios para mejorar su calidad de vida y sobre todo respetar su vida personal. Hacer el trabajo más placentero permitirá que todo fluya de forma positiva. Pasamos más tiempo en el trabajo que en casa por lo que deberíamos hacer lo necesario para disfrutarlo y no estar pendientes a que el reloj marque la hora de salida.